miércoles, 24 de marzo de 2010

"La sangre llama a la sangre"

Todo ocurre en las noches. Luego de la cena, cuando llegas de la universida, llegas del trabajo o de un cachuelo. Prendes tu televisor y colocas el noticiero central de cualquier canal, te quieres enterar de las noticias más importantes del día. Pero, sin querer ya te las aprendiste de memoria. "Sujeto viola y mata chica", "Trailer aplasta madre con dos niños".

Todos los días nos invanden estos temas en nuestras casas y siempre decimos lo mismo "hasta cuándo", pero la verdadera pregunta es "hasta cuándo darán estos temas". Sangre por doquier. El cuerpo tapado con papel periódico y los colegas (si, porque ya acabé la carrera de comunicaciones) tratando de quitarle esos papeles para capturar la foto del rostro del desdichado.

Pero lo que es peor aún: la prensa detrás de los adoloridos parientes que tienen que soportar las embestidas de los periodistas filmándolos, siendo presas de los flashes de las cámaras, y lo que es peor aún, la pregunta ESTÚPIDA: "Señor, díganos ¿Cómo se siente?" Ya es algo que salta de la ignorancia y llega a la taradez de uno.

Marylin Manson, si... el satánico más grande allá en Estados Unidos nos dio una frase que nosotros los periodistas debemos recordar uno de los labores de la prensa es entretener, pero... ¿Acaso mostrar el dolor de las personas, el infortunio que los atormenta en el día en que ven un pariente suyo morir... eso es entretener? Para la dizque prensa si, pero para los que ejercen el periodismo creo que no.

En una película peruana (no recuerdo el nombre) hubo undiálogo que me llamó mucho la atención. Una ex prostituta conversa con un muchacho que se está abirendo campo en el periodismo del día a día, pero que posee una gran columna de opinión. La conversación era así (si más recuerdo):

Chica.- "¿No te da verguenza conversar con una puta? Osea... ¿No te da verguenza tener una amiga puta?

Chico.- "(...) de alguna manera todos somos prostitutas... por ejemplo yo soy una prostituta porque tengo que venderme para escribir noticias policiales. A pesar que no me gusta no me queda otra opción para subsistir.


Se que yo entraré en este campo, y se que me volveré una prostituta como dice el chico de la película. Sin embargo, no creo que el verdadero periodismo recaiga en mostrar el peor de los dolores. Perder un ser querido de una manera cruel es... indescriptible. No deseo perder un pariente así, ni tampoco se los deseo a ustedes lectores, pero... no es necesario mostrar estos temas ni estas imágenes.

La verdadera culpa son de los ya famosos broadcaster y del público promedio. "El pueblo quiere sangre, ¡hay que darle sangre!" Si tan solo nos educaráramos para saber elegir que temas queremos ver, que verdaderas noticias queremos saber. Creo que con esto el verdadero periodismo saldrá a flote.

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