domingo, 11 de abril de 2010

¡Visitemos a los muertos!

El año pasado (si mi memoria no me falla) en una conversación de las tantas que tengo con compañeros y amigos de mi antigua facultad, tratamos sobre las visitas que realizan de noche al cementerio Matías Maestro. Pocos se animaron y varios dieron pasos hacia atrás en señal de miedo.

"Cómo se les ocurre ir al cementerio de noche". "Ni a balazos hermano". "Solo a ti se te ocurren este tipo de visitas", etc. Sin embargo tres personas llenaron su pecho de valentía y decidieron ir a visitar este lugar. Tatiana Arenaza, Cecilia Llanos y Alex Ascuña (lo pongo con nombres y apellidos para que se sientan orgullosos). Estas tres personas con este su humilde redactor se pusieron las "pilas" y realizamos la visita nocturna.

Los últimos jueves de cada mes (bueno, ahora son dos jueves por mes) se realizan una visita nocturna a este recinto mortuorio. Salimos de la facultad plan de seis y media (no entramos a clases -shhh no le digan nada a nadie-). Cecilia ya nos estaba esperando en la Beneficiencia Pública.

Tatiana, Alex y esta persona fueron en taxi hasta este lugar para comprar las entradas y realizar la visita. Nunca se nos cruzó la cantidad de almas (algunas vestidas de negro) para este paseo. Buses se encontraban estacionados al frente para estas almas reunidas. Subimos.

Algo de dos horas o menos (creo que exagero) fue el tiempo entre la Beneficiencia y el cementerio (queda en Barranco). Un mar de gente de todo tipo: visitantes curiosos, reincidentes, curiosos de lo paranormal y cazadores de historia. Entramos al recinto y nos topamos con los famosos guías turísticos (tienes dos alternativas: o eliges a los guías o vas a la aventura -ya sabran que eligimos nosotros-). Las tumbas de Ramón Castilla, de los parlamentarios, congresistas, la Cripta de los Héroes (lamentablemente cerrada) fueron la que nos gustaron.

Lo paranormal sucedió en medio del paseo (chapas que nos tiraban desde la oscuridad, golpes en las puertas de vidrio de los mausoleos, apariciones que Tatiana podía percibir. Las cosas graciosas también sucedieron: una chica que se paraba perdiendo, Alex asustando a los vivos.

En fin, una experiencia nueva siempre cae bien. Por esa razón este mes realizaremos una segunda visita a este cementerio. ¿Recomendable? Claro que si.















Eduardo en algunos pasajes del cementerio





















La favorita de muchos. Ver ese "humo"